Ainus de Hokkaido
Capítulo 1
Una aproximación histórica
La Historia es un elemento vivo. La datación de las Culturas se configura y altera en la medida en que nuevos descubrimientos y hallazgos van aclarando su realidad. La historia de la Humanidad es, a la vez, la de su propio movimiento, una constante que busca nuevos ecosistemas donde hacer posible su evolución y desarrollo.
Los desplazamientos humanos a través del Noreste de Asia se remontan al Período Mesolítico. En torno al 10.000 a. de C. los humanos transitan desde Asia a través del Estrecho de Bering en dirección a América.
La región comprendida en torno al Río Amur, en Siberia Oriental,
Aunque la Prehistoria de Japón se remonta a una edad de 25.000 años, no será hasta el 10.000 a. de C. cuando encontramos los primeros grupos organizados dentro del Período Jomon, una Cultura que va a comprender casi diez milenios y que desaparecerá paulatinamente alrededor del siglo III a. de C., momento en que los Pueblos Yayoi tomarán vigencia histórica.
La controversia sobre el origen de los Ainus es grande. Muchos investigadores opinan que su establecimiento en Japón se remonta al V milenio a. de C., pero su identidad, como Pueblo, está estimada en torno al siglo XII, una vez desaparecida la Cultura Satsumon.
La zona tradicionalmente habitada por los Pueblos Ainu se extendía por los siguientes territorios: Hokkaido (Ezochi), las Islas Kuriles (Chisima), la mitad sur de Sakhalin (Karafuto) y el extremo sur de Kanchatka. Hokkaido está limitada al Norte por el Mar de Okhostk, al Este y al Sur por el Océano Pacífico, y al Oeste por el Mar de Japón. El Estrecho de Tsugaru separa Hokkaido de Honshu, la principal Isla de Japón. La toponimia Ainu incluye, además, regiones dentro de Honshu. Aunque comprobada, esta amplitud geográfica no está aún admitida con unanimidad por la comunidad científica.
La vieja Ezochi, cuajada de montañas de más de 2.000 metros, como el Monte Asahi (2.290 mts.), volcanes, como el Tarumae o el Komagatake, y ríos, como el Saru, fue la patria neurálgica del Pueblo Ainu.
Al no existir una tradición literaria, los primeros elementos fidedignos del Pueblo Ainu no los proporcionan fuentes autóctonas, sino extranjeras. En 1.582 un barco español que cubría el trayecto Manila-México fue desplazado hacia el Norte de Japón por un temporal, arribando a las costas de Hokkaido y estableciendo el primer contacto con los aborígenes de aquellas tierras.
Posteriormente, aunque sin resultados, otro navío español al mando del Capitán Sebastián Vizcaíno seguiría, en 1.610, los pasos del primer encuentro. Tendría que ser en 1.643, cuando el capitán alemán Maarten Gerritsz Vries estableciera un nuevo contacto con el Pueblo Ainu. Su primer oficial, Corneils Janzs, relata con detalle en sus diarios el modo de vida de los habitantes de la Isla. Estos apuntes nos acercan al desarrollo de su vida cotidiana, la relación con la metalurgia, la caza y la pesca o sus creencias religiosas, convirtiéndose en una fuente de información única.
Establecidos en Hokkaido, los Ainus estaban divididos en clanes: Hinomoto, Karako y Wataritou, entre otros. Estos comerciaban entre sí y con otros pueblos circundantes, como analiza el Profesor Rinzo Mamiya. El Profesor Mamiya exploró estas regiones en el siglo XIX, poniendo su estudio en evidencia la relación entre los distintos pueblos de la Cuenca del Río Amur con los Ainu de Sakhalin y Hokkaido.
Estas relaciones se manifestaban, igualmente, en las equivalencias encontradas en relación a sus respectivos chamanismos y rituales mágicos.
En torno al 1.400 los desplazamientos hacia el Norte por parte de la población de Honshu comienzan a ser frecuentes. Estas aproximaciones van a desencadenar conflictos entre ambos pueblos, sucediéndose enfrentamientos entre 1.400 y 1.600. Jefes tribales, como Koshomain, pondrán en jaque a las posiciones japonesas, atacando los castillos de Mobetsu y Hanazawa en 1.457.
El nuevo orden comienza a constituirse. Los japoneses toman la Península de Oshima, asentando allí sus primeras bases, imponen impuestos comerciales y dictaminan sus leyes. En 1.604 el Gobernador de Hokkaido, Yoshihiro Matsumae recibe del Shogún Ieyasu Tokugawa el derecho exclusivo del comercio con los Ainus. Este clan mantenía vasallos que establecían los contactos con los distintos clanes conocidos como Akinabai Chigyo Sei.
Las rebeliones se suceden por parte de los Ainus, tomando forma en la batalla de Shakusharin (1.669) o en la rebelión de Kunashiri Menashi (1.789).
Finalmente, en el siglo XIX, el Shogunato controlará totalmente Ezochi, dándole un nuevo nombre: Hokkaido. A partir de aquí, hasta finales del siglo XX los acontecimientos derivarán desde la no aceptación de esta Cultura singular, hasta su reconocimiento final, la declaración como Propiedades Intangibles de gran parte de sus manifestaciones culturales o la creación de Museos y Asociaciones para fomentar la Cultura del Pueblo Ainu.